domingo, 14 de enero de 2018

Los libros que rompieron mi rutina en 2017


Si los pensamientos fuesen capaces de calentarme podría despojarme de la coraza de felpa de esta bata de invierno. En este frío Enero, pocos se están librando de los más variados fenómenos meteorológicos. Pero, aunque lo hagan mis manos, la rutina no se congela. Vuelve y, con ella, el tiempo libre del que sigo disfrutando en este arranque de año.

Con frío o sin él, mis dedos siguen reclamando renglones que cuenten historias. Y siempre existen lecturas pendientes. Las historias que vives, las que lees. Todas ellas acaban con puntos suspensivos. Nunca queremos que se acabe lo que nos hace sentir bien. Y los libros lo hacen.



Empezó el 2018 y quería hablaros de algunos libros que me leí el año pasado. Con todo el tiempo que he tenido libre podría decirse que cogí carrerilla. Os cuento cuáles son por si os apetece también leerlos. La mayoría los saqué de la biblioteca.

También uso los libros como decoración. Ponerlos encima de una mesa me parece una gran idea para crear un ambiente más acogedor y cálido, además de que me resulta agradable a la vista. Es como encender una vela en la mesilla mientras cenamos o vemos una película. Siempre hay algún instante en el que te reclama.

No recuerdo con exactitud el orden en el que me los he ido leyendo pero esta lista más o menos es fiel a esa cronología. 

LA CASA DE LOS ESPÍRITUS, Isabel Allende

Fue el primero que leí en 2017, en Navidad. Lo tenía en casa y me gustaba la autora por otros títulos de ella que había leído y siempre tenía éste en mente por ser una de sus obras más famosas y reconocidas. Me atrapó desde el principio por contener una historia familiar complicada y a la vez fascinante. Los expertos la sitúan dentro de lo que se conoce como realismo mágico. El nombre de esta corriente ya tiene intrínseco la esencia de la propia novela. 




NO SOY UN MONSTRUO, Carme Chaparro

Tuve la suerte de conocer a Carme en 2014. El destino quiso que me comprara este libro cuando, viajando en metro nos bajamos de improviso en Plaza Callao al oír que Carme estaba firmando en la calle, muy cerca de allí. Cuando llegamos me acerqué al stand y lo compré. Me aproximé a ella y, después de charlar juntas y rememorar viejos tiempos me dedicó el ejemplar. Me pareció cercana y encantadora. Fue uno de los días que recuerdo con más cariño del 2017. Cuando llegué a casa me puse con él y lo acabé en pocos días. Si os gusta el género thriller os encantará. En redes sociales ya ha dicho que se encuentra inmersa en la segunda parte.


TODO ESTO TE DARÉ, Dolores Redondo

Premio Planeta 2016. Este libro me lo regaló mi amigo invisible la pasada Navidad y me gustó mucho, aunque se hace pesado a veces sobre todo con las descripciones de los paisajes. Aún así, merece la pena acabarlo. Me pareció una historia que atrapa sobre todo desde mitad del libro cuando la trama se precipita hacia un final trepidante.


 LA ISLA DE ALICE, Daniel Sánchez Arévalo

Finalista del Premio Planeta 2015. De este libro me quedo con el final. Me pareció algo denso en la lectura de los primeros capítulos en cuanto a que la protagonista se obsesiona un poco con el espionaje a sus vecinos, aunque sus motivos son poderosos. El resultado de su investigación nos lleva a una historia humana que cautiva cuando llega a su desenlace. No te lo esperas y te deja muy buen sabor.

CICATRIZ y EL PACIENTE, de Juan Gómez-Jurado

Los comento juntos porque el que conoce alguna de estas obras cae irremediablemente en la necesidad de leerse la otra. Ambas, a mi parecer, son obras maestras. Me cautivaron, me dejaron enganchada hasta el final y sin darte cuenta los terminas en un abrir y cerrar de ojos. Las historias en ambos casos arraigan fuertemente en el lector, que queda fascinado sin remedio hasta el final. La ironía en la manera de narrar y el enfoque psicológico de las tramas es algo que se queda para siempre en la memoria del lector. Si tengo que escoger, sin duda, me quedo con El Paciente.

LA PRINCESA DE HIELO, Camilla Läckberg

Editada en más de 30 países, esta novela se centra en un terrible asesinato que sacude la vida de una pequeña población. Habla de hasta donde es capaz de llegar una familia para guardar las apariencias. Los secretos familiares amarran fuertemente la trama de este libro en el que ansías llegar hasta el final desde el primer capítulo. En ella, todos los personajes son capaces de crearnos confusión, intriga y misterio a partes iguales.


LA VIDA IMAGINARIA, Mara Torres

Finalista del Premio Planeta 2012. Es una historia confesional muy divertida en la que encuentras frases y episodios que te hacen reír y solidarizarte con la protagonista. Es una historia con la que podemos sentirnos identificados. Es muy fresca, preciosa y fácil de leer y que conquista desde la sencillez del relato y la imaginación de la autora.
 

MEMORIAS DE UN GITANO, Manuel Ganivet

Me encanta cómo está escrita. El que uno de los personajes de la historia sea periodista y que esté ambientada en Granada, relatando las costumbres y los paisajes de la época, ha sido el broche de oro a una desgarradora historia humana que emociona a quien la lee, haciendo justicia a José Bermúdez, una víctima terrible de los prejuicios y la guerra civil.

Y, entre las lecturas con las que quiero empezar este 2018 están los últimos libros de Albert Espinosa, el archiconocido Gente tóxica o algunos de Máxim Huerta.


Entre medias, siempre la rutina.

El frío me hace mirar por la ventana. Solo hay silencio y las copas de los árboles, insonorizadas desde aquí, inventan alguna danza. Al fondo se ve parte de una montaña y el dibujo de las ramas parece caer sobre su ladera. Por un momento me parece ver a dos montañeros bajando por ella. Hasta que el viento vuelve a mover las ramas y me doy cuenta de que eran las propias hojas las que creaban la ilusión óptica. ¿Qué significará?. Supongo que es tu parte infantil la que te hace mirar así, como cuentan en El Principito.

Hace poco leí:

“La misión de un novelista no es relatar grandes acontecimientos, sino hacer interesantes los pequeños”.
(Schopenhauer)

Particularmente este año, los libros me han animado más que nunca a escribir. Está claro que una afición tiene el poder de crear vida, de servir de inspiración.  De mejorar la tuya, de hacer más especial tu mundo interior. Al fin y al cabo, estamos hechos de emociones. Y un libro intenta apuntar hacia ellas. Localizarlas y dejarlas a merced de tu imaginación.

(Si os apetece compartir vuestros libros favoritos o lecturas recomendables encantada también de que comentéis abajo para instercambiar impresiones)
 
Feliz 2018 de lectura