lunes, 6 de octubre de 2014

El clavel de Molina



Y el precioso clavel, amaneció al día siguiente aún más blanco y brillante, irradiando toda la poesía de la que había sido testigo la noche anterior. Como si hubiera respirado durante horas la magia que el espectáculo dejó en el ambiente. Más abierto, más espectacular, aún más sensible a las canciones de la vida. Allí estaba anoche y allí lo he dejado esta mañana, en su Málaga querida, cuna de la copla que él mismo amó, igual que se aman las cosas que te hacen sentir vivo, que hacen que todo tu mundo cobre sentido. Y, de vuelta a la realidad, el lunes se convierte en un día más para rememorar, un poco más lejos de su halo de magia, pero con los destellos de su música que he traído conmigo en la maleta. 




Confieso que no solo es una flor lo que me he dejado en Málaga. Este clavel es todo un símbolo de muchas cosas, pero sobre todo, de toda la belleza que oculta un alma exiliada que se siente por fin con la libertad de gritar a los cuatro vientos su verdad. Y, mientras escuchaba esas canciones que salían de su boca, mientras sentía que ciertamente había vuelto a la vida para contarme sus penas y alegrías, a la vez me emocionaba con los sentimientos que contenían sus confesiones. Al mismo tiempo que todo eso ocurría, el escenario se volvía cada vez más grande, él cada vez más bello, más dueño de su realidad, más libre de decir lo que le viniera en gana, y su historia cada vez más auténtica.

Miguel de Molina vuelve a la vida, y volverá, durante los próximos meses a muchos escenarios españoles, sólo por unos minutos, los que necesita para relatarnos su miedos, sueños y deseos. Sobre sus botas y enfundado en su traje flamenco se abre en canal, se desnuda, se quita ese peso de encima que durante tantos años no le dejó vivir en libertad, esa que tanto envidia ahora desde el más allá. –Ay¡ si hubiera existido por aquel entonces, qué diferente hubiese sido mi vida, nos grita.

Y yo, que siempre he creído que el universo, como diría Paulo Coelho, puede conspirar en favor de los deseos, me vi el sábado por la noche, en la taquilla del Teatro Echegaray de Málaga, preguntando por si acaso, a sabiendas que las entradas estaban agotadas desde hacía semanas, y a cinco minutos antes de la obra  (no pude llegar antes porque trabajaba por la tarde en Motril), si había alguna entrada disponible para ver ´Miguel de Molina al denudo´. Y, mientras pagaba las entradas en primera fila que no se habían vendido, y sin poder creerme todavía mi suerte, giré la cabeza y allí estaba, mi profesor del III Taller de Presentadores del Laboratorio de la Voz, Jorge Javier Vázquez, el mismo que producía la obra y quién llegaba en ese momento para asistir por fin a una función de su querido Miguel de Molina.


Y J.J. llegó, para la sorpresa de toda la gente que, en la cola de la puerta, esperaba para entrar al teatro y que ni sospechaban que el presentador de Sálvame iba a acudir esa noche a ver el espectáculo, que se estrenó la noche antes en ese mismo escenario. Él, como es lógico, se sorprendió mucho de vernos allí a Irene, mi compañera del taller y a mí.  Pudimos saludarlo y fue un minuto muy especial para nosotras, que, además, nos habíamos reencontrado hacía pocos minutos en la Catedral para irnos juntas al teatro.



Y ahora, vuelvo a la realidad, creyendo que fue todo un sueño. Porque gracias al universo, disfruté de una gran obra de teatro, la primera junto a mi chico; pude reencontrarme con mi compañera y con mi profesor; y pude conocer la vida del gran Miguel Frías de Molina. Él me regaló un clavel y con eso, y con la alegría de disfrutar de ese gran espectáculo que nos hizo levantarnos a todos del asiento, y aplaudir con la emoción contenida, le digo hasta pronto a Málaga, tierra de ese gran artista, lugar lleno de amor al que pronto volveré. 

Hay instantes que no crees que puedan confluir en una misma noche, pero que ocurren, te pillan por sorpresa y se quedan en tu recuerdo para siempre. Por eso nunca hay que dejar de soñar y de perseguir las ilusiones, nunca se sabe que habrá detrás del telón.



Feliz semana, y, si podéis, id a ver Miguel de Molina, al desnudo. Os encantará. Podéis obtener información de las funciones aquí: http://www.laboratoriodelavoz.com/producciones.aspx?id=1&iddetail=1