lunes, 14 de octubre de 2013

Más que un pregón

Mi experiencia como pregonera de las fiestas de las Angustias no ha podido ser más enriquecedora. Fue una noche tremendamente especial. No sabría ni por dónde empezar. Desde aquí quiero agradecer a toda esa gente que, sin saber hasta qué punto, ha logrado que este fin de semana sea uno de los mejores de mi vida.

Hace mucho tiempo que sabía que iba a a ser pregonera de las fiestas de las Angustias. A pesar de las dificultades que encontré en los días previos, por cuestiones de horarios de trabajo y demás, yo sabía que tenía que hacer lo que estuviera en mi mano para no faltar a la cita, porque significaba mucho para mí, y, al final, pude estar y pude disfrutarlo.

Nada más saber la noticia de que me brindaban este honor, los nervios típicos que repican en el estómago comenzaron a hacer de las suyas, faltaba aún mucho tiempo para la cita pero era mucha la responsabilidad. Aun así, no cabía duda, me encantaba la idea de poder trasladar todos los recuerdos que tengo de este barrio y de su gente y hablar de ellos, fusionándolos con mi experiencia como camarera de la virgen, en un texto que mereciera convertirse en pregón. Gustó, y ahora estoy saboreando emociones de esas que no se olvidan, de esas que dan energías para continuar.

Las fiestas de barrio son una oportunidad de oro para pasar más tiempo con tus vecinos, con personas con las que, por culpa de las prisas del día a día normal y la rutina del trabajo y la casa, nunca te da tiempo a establecer ninguna conversación decente, porque te pilla en el super con prisas y saludas y te vas o preguntas por la salud, por familiares y se queda ahí. En la plaza donde se celebraron las fiestas todos nos reencontramos y pudimos por fin hablar y reír, bailar y disfrutar de tiempo de festejos y verbena.

Hay infinitas razones para sentirme agradecida por esta oportunidad que he tenido. Y es que cuando una se encuentra en una situación delicada, en la que no encuentra lugar como periodista ni comunicadora, poder subirse a un escenario para leer en público algo que ha escrito sobre su barrio al que tanto quiere y delante de tanto público, lo que se siente es una mezcla de sensaciones que no se pueden explicar. Fue un cúmulo de cosas, fueron muchos factores que se unieron. Yo estaba allí arriba, sentía que el público escuchaba y se sentía identificado, asi que ya con eso el objetivo estaba cumplido.



Qué más decir sobre ese viernes 11 de octubre, sobre esa noche mágica...que, otra vez GRACIAS.

Llega el lunes, pero llega con el recuerdo de todo un fin de semana cargado de buenos momentos: pregón, romería, procesión...y así da gusto comenzar la semana, sabiendo que una se ha llevado tantos buenos momentos...tanto cariño de los suyos...VIVA EL BARRIO DE LAS ANGUSTIAS¡¡¡¡¡¡¡

Os regalo un trozito de pregón, espero dentro de poco poder compartir el vídeo con vosotros.



Virgen de las Angustias, maravillosa…
Patrona de un barrio que te adora
Cuyas calles paseas esplendorosa y radiante
Acompañarte en tu paso, es una emoción indescriptible,
Cuando suena la música y bajas de tu ermita,
Cuando el gentío se confunde con tu majestuoso manto y grita
¡¡viva la Virgen de las Angustias, Viva¡¡
Y la orquesta toca tu música y tu trono baila a su son
Y todo el mundo aguanta la respiración porque quiere verte salir, desea tocarte o pasear contigo por tus calles y aclamarte mientras te baña de flores y rezos…
Virgen de las Angustias, vivimos contigo tus días grandes.
En tu novena todos te rendimos homenaje.
En la calle, todos te cantamos bajo el brillante sol de la mañana,
mientras acariciamos tu manto y pedimos por los nuestros,
mientras pensamos ¡qué bonita que eres, Virgen de las Angustias¡¡