domingo, 16 de noviembre de 2014

No más lunes sin sonrisas


Hace algún tiempo se me ocurrió la frase No más lunes sin sonrisas. Me vino a la cabeza sin más al pensar en lo duros que se hacen muchos inicios de semana. Debe ser por el efecto de tantos memes que intercambiamos por WhatsApp y redes en los que sale un perro meditando para sobrellevar la llegada del lunes y mensajes por el estilo. Sea como fuere es una frase bonita y me sugiere alegría. No sabía muy bien para qué utilizarla y pensé en contaros esta ocurrencia por aquí por si os sirve. Me gusta buscarle algún significado a las ideas que surgen, éstas pueden tener valor y ayudar a otros si lo compartes. Y me sale compartirla para que sea vuestra si la queréis.


En cierta manera, y de un modo egoísta, he de reconocer que hay ciertas ocasiones en las que me disgustan un poco los domingos. Creo que esa frase que da nombre a esta entrada, me hace recuperar la energía que necesita mi organismo para empezar una nueva semana. No es que la utilice todos los domingos como una especie de mantra, la quería tener reservada para ciertas ocasiones a modo de salvavidas.Y la verdad es que me la suele recordar una buena amiga que la utiliza para darme los buenos días algunos lunes. Me alegra saber que le sirve a ella también. Con el tiempo ella recuerda esa frase mucho más que yo, una prueba de que lo que escribes y publicas deja de ser tuyo para ser de aquel que lo lee.

No quisiera odiar los domingos aunque tengan mucha carga melancólica para mi. Me esfuerzo para que me gusten más, pero tengo que reconocer que muchas veces me cuesta. No me gustaban antes, cuando tenía que despedirme de mis padres e irme de casa una semana más para estudiar fuera. No me gustan ahora, cuando debo despedir a mi chico con el beso que no volverá a repetirse hasta el próximo viernes. No me gustan cuando mi hermana se marcha hacia la estación a coger un autobús.
 
No es solo por las despedidas, es porque el domingo supone hacer frente a un fin para mentalizarte en un nuevo comienzo. Es la rutina hecha trizas para volver a recomponerla. Es ese último día de tus vacaciones, en el que haces las maletas porque mañana vuelves a la “realidad”. Adoramos los fines de semana porque con ellos llegan las horas de descanso. Los desayunos saben a gloria, porque el café no se te atraganta con las prisas y el estrés se esfuma de tu vida. Ese abrazo de reencuentro es el más cálido, aunque sabes que el fin de semana pasado se repitió, la cerveza del sábado por la noche es la más rica que has probado nunca, y la película que ves en el sofá con una manta sobre las piernas, de repente es digna de un premio Óscar. 
 


A lo mejor, aquel eslogan que os contaba al principio solo era premonitorio de esta entrada en el blog. Nada ocurre por casualidad, ¿O sí?. Sólo sé que detrás de la sonrisa no tiene por qué haber una causa, sino simplemente una actitud. Una manera de ver la vida y "aquellas pequeñas cosas, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve", como dice la preciosa canción de Serrat.

Sentir disgusto porque sea lunes es una pérdida de tiempo pero muchas veces no podemos evitarlo. Ninguno de los libros sobre felicidad logra que no nos veamos muchas veces abocados a ciertos sentimientos por la propia inercia de la vida. Parece todo un desafío decir eso de no más lunes sin sonrisas. Pero no podemos huir del poder de la palabra y no sé a vosotros pero a mi escucharlo me hace sentir mejor. Por algo se empieza, ¿No?


Creo que introducir buen humor y una sonrisa en cualquier ecuación que nos planteemos en la vida hará que obtengamos mejores resultados. Deberíamos ejercitarla más, compartirla más, sacarla a pasear o introducirla más a menudo en la convivencia en casa y en las conversaciones. Las personas son más bonitas cuando sonríen. La risa no entiende de guapos y feos, de altos o bajos. Si alguien te sonríe te genera alguna reacción o pensamiento. La sonrisa mueve algo en tu interior. Aunque no conozcas a esa persona.
 
Cuando sonreímos los ojos se iluminan, la expresión del rostro es más amable, la piel se estira buscando más espacio y los agujeritos de nuestra nariz se abren como muestra de abertura hacia los demás. Las sonrisas unen a las personas. 
 
La risa no cumple años
                 Carlos Edmundo de Ory


Feliz semana.