domingo, 20 de abril de 2014

Cerro del Toro

La magia de lo intangible reside en que no se puede describir. El amor, la naturaleza, la felicidad, la amistad...y es que, con permiso de Francesco Petrarca, "Quien puede decir cuánto ama, pequeño amor siente". Los instantes se retienen en algun lugar de nuestra memoria. Los paisajes se rememoran mientras cerramos los ojos o nos aislamos de nuestro presente. Al escuchar las hojas de los árboles que se mueven con el viento, el sentir el sol mientras practicas alguna actividad que te gusta, que se te erice el bello al escuchar una canción, ver una película o leer un poema. Ese tipo de cosas que ocurren por casualidad y sin preveerlo. 

El viernes santo pude disfrutar una vez más de Motril, esta vez de sus paisajes y senderos. El día comenzó con una actividad sorpresa, senderismo con destino Cerro del Toro. Aunque el mar sea mi debilidad, Granada no sólo se reduce a playa y nieve. La comarca de la Costa Tropical tiene senderos dignos de recorrer, paisajes que admirar y naturaleza para respirar, depurar la rutina con aire limpio, con todas esas sensaciones intangibles que te regala el día y el lugar donde vives, si le das oportunidad.


Asi pues, aprovechando las buenas temperaturas, me puse mis pantalones cortos  y mi gorra, acepté de buena gana la cañavera que me da mi padre siempre que vamos a andar, y nos dirigimos hacia el mirador. Por el camino, lavanda, margaritas y amapolas nos guiaban hacia las Minas del Cerro del Toro, que en aquel momento estaban cerradas, asi que una visita que queda pendiente para otro día.

Durante el trayecto, el sol fue acompañándonos. Éste tenía algo especial. No era tan seco y fuerte como en la playa, donde el calor llega a ser, en ocasiones, insoportable. En el campo, el sol no te molesta, yendo bien preparado con tus gafas y tu gorra. Es mucho más agradable y proyecta energía y una luz preciosa en los árboles y en las flores. Bajo él, el verde se hace más intenso, las flores crecen en libertad, y la fauna y la flora se fusionan en su hábitat, dejando ver a sus visitantes toda su belleza.


Fue un día muy especial, otro de esos instantes que quería compartir... Ahora toca hacer del senderismo una costumbre. Porque no hace falta que sea día festivo para sacar un poco de tiempo en salir a descubrir los tesoros del ecosistema de la comarca de la Costa Tropical y de allá dónde nos propongamos hacer una visita.

:)Feliz semana a todos