Granada ha sido siempre inagotable
fuente de inspiración. Hasta su Alpujarra se marchó Gerarld Brenan, Don Gerardo para quienes fueron sus
vecinos en Yegen, en busca de tiempo para leer y caminar, sus dos grandes pasiones.
Gracias a este escritor y a su obra Al Sur de Granada, fue popularizada en todo
el mundo la Alpujarra, sus gentes, sus paisajes, su forma de vida y costumbres.
En la película del director Fernando Colomo con el mismo nombre, basada en esa obra, podemos
disfrutar de paisajes que los granadinos sureños conocemos bien. La playa de la
Rijana, donde Brenan y su amante se bañan desnudos con los amigos ingleses del escritor, el
pueblo de Yegen, con esos pasadizos blancos tan característicos de los pueblos
alpujarreños y la sierra, cuyas tierras recorre Brenan en esas apasionantes
caminatas diarias que relata. Y no solo fascina a quienes desconocen aquellos
parajes, sino también a los que amamos la tierra donde vivimos. A mí me
emocionó oír mencionar a Motril en varias ocasiones en la obra de Brenan, así que imagino lo que han debido de sentir los montefrieños al oír tantas veces mencionar su pueblo en la televisión, en la prensa y en las redes sociales.
Los pueblos de Granada y sus
gentes inspiran historias con alma, espejos donde se mira la belleza,
presumida y coqueta, retratos y marcos incomparables donde se funden el mar y
la sierra y testigos de embriagadores encuentros a la luz del cálido abrazo del
sol.
Granada cautiva, por ser un mirador en sí misma, por su gastronomía que conserva en la memoria el paladar, y por la historia viva
que se admira en tantos rincones de su geografía. Y así, y por incontables
razones más, la provincia granadina siempre es y será noticia, merecedora de
reportajes y crónicas y protagonista de poemas, teatro y danza. Granada celebra que ha vuelto a ser objeto de otro reconocimiento más por su
belleza y magnetismo.
“Encajada entre dos
profundos tajos, Montefrío sorprende por su silueta fortificada que se recorta
en el cielo y que muestra la importancia que tuvo como puesto fronterizo del
reino de Granada. A su alrededor, peñas y riscos calcáreos donde abundan los
vestigios de asentamientos neolíticos”.
Así describe la sección Viajes de
National Geografhic a Montefrío,
que ha sido incluido en el ranking de los diez pueblos con mejores vistas del
mundo (el único español que figura en dicha lista). La noticia ha corrido como
la pólvora estos últimos días por las redes sociales y medios de comunicación, lo
que ha generado alegría y expectación entre sus vecinos y visitantes. Sin
embargo, como cuento más abajo, han sido muchas las ocasiones en que la
localidad granadina ha sido noticia.
Montefrío en la Revista Pronto, octubre 2015
Antes, quiero contaros por qué conozco
este pueblo y las razones por las que me gusta hablar de él.
Y es que el destino siempre es el
dulce culpable de que conozcamos rincones, parajes, pueblos y ciudades que nos
roban el sueño. Y el destino quiso que
mi hermano se enamorara de una montefrieña para que yo, y en extensión toda mi
familia, conociera este pintoresco pueblo de Granada. Tanto, que para nosotros
hace varios años que se convirtió en visita obligada al menos dos veces al año.
Hay varias entradas para acceder
a él, para llegar a la que más me gusta hay que pasar por un tramo de curvas. A
mí, que me mareo fácilmente, se me pasa el efecto cuando lo veo aparecer. El
Centinela, la antigua fortaleza encaramada en un risco, me saluda en cuanto
quedan escasos kilómetros para llegar. Desde la pequeña distancia que parece
separarnos, la villa se impone ya al paisaje y deja asomar innumerables signos
de historia. Otra vista que enamora, sin duda es la más famosa, es la que
ofrece el mirador.
Montefrío, septiembre 2012
Otro de los monumentos que dejan
sorprendido al turista que visita Montefrío es la Iglesia de la Encarnación. Terminada
en 1802 y cuyo precedente es el Panteón de Agripa en Roma (ambos tienen en
común una cúpula completamente redonda), allí celebramos en 2013 la boda de mi
hermano Antonio con Silvia. Es por eso que ya este pueblo entró en mis
recuerdos más especiales.
Gracias, por ejemplo, a estudios
arquitectónicos como los de Javier Jiménez en 2008 que se puede consultar en la web del Ayuntamiento, podemos conocer muchas
curiosidades de este templo, como que tiene una torre rematada en una pequeña
cúpula similar a la de otros templos diseñados por Ventura Rodríguez y
dirigidas por Lois de Monteagudo, como la de Vélez de Benaudalla por ejemplo.
Por todas estas razones, y muchas más, el atractivo arquitectónico de una de
las siete villas de Granada (nombradas por los Reyes Católicos) es
incuestionable.
Pero no es la primera vez que
Montefrío aparece en los medios de comunicación para despertar nuestra
curiosidad por conocerlo, ni mucho menos ha sido National Geographic la primera
o única publicación que se ha hecho eco de las andanzas de sus gentes y
paisajes así como de su potencial proyección turística. El 11 de marzo de 2010 ya pudimos leer en ideal.es que más de diez parejas
japonesas venían expresamente a Granada para casarse por lo civil en el antiguo
convento de San Antonio de la villa. Y no fueron las únicas, ya que existe
desde hace unos años una interesante y curiosa conexión entre el país nipón y
este pueblo granadino y son muchas las parejas que viajan hasta la localidad
para sellar su amor.
En viajablog.com, el 20 de junio de 2012, publicaban un post en el que
explicaban que fue el profesor de la Universidad de Yokohama, Yuri Oyama, el
que mostró los encantos montefrieños en su país, ya que en 1981 visitó Montefrío
y, tres años después, publicó sus fotografías en un libro que, por lo visto,
dio fama a la villa entre los japoneses. En cualquier caso, resulta muy
divertido y curioso ver las escenas de tantas y tantas parejas japonesas
dándose el sí quiero y capturando el
feliz enlace en el mirador de la localidad.
Todas estas noticias que han dado
fama a este pueblo granadino, de algo menos de 6.000 habitantes, son seguidas por una comunidad social de Facebook,
Patrimonio de Montefrío, que ya
atesora más de ocho mil seguidores,
otra prueba más de la repercusión mediática y tirón turístico que se ha ganado
la localidad gracias a todos los atractivos que posee.
No me extraña que recientemente el
cocinero Carlos Arguiñano haya dado a conocer públicamente, a través de su
programa de cocina, su intención clara de visitar próximamente esta preciosa villa
granadina. Os aseguro, sin miedo a equivocarme, que quedará prendado del sabor
de su aceite, su queso [en diciembre de 2012 Granada Hoy en su edición digital publicaba: “Un queso de cabra
montefrieño ha sido elegido como el
mejor queso del mundo en la última edición de los World Cheese Awards, el
mayor certamen de este sector a nivel mundial, celebrado hace unos días en
Birmingham (Inglaterra). El queso montefrieño también recibió el premio a los
mejores quesos españoles en el año 2001”] los espárragos, la aceituna y los productos
ecológicos, entre otros, y muchas más maravillas culinarias que pueden degustarse
en este pueblo que tantos corazones ha robado, y si no, que se lo pregunten a
mi hermano.
Gracias especialmente a mi cuñada Silvia y sus
hermanas, Inma e Irene, y a toda su encantadora familia que respira cada día el
despertar de esta villa tan distinguida y reconocida, puedo decir que disfruto
de Montefrío siempre que puedo. La hospitalidad con la que siempre me han
obsequiado se compenetra a la perfección con el magnetismo del pueblo, la
consecuencia es que, inevitablemente, siempre tengo ganas de volver.